Lo mejor de las fiesta de paryjauz era sin duda el siguiente día, y el mejor de estos fue ese posperrukis, ese último posperrukis...
el abu...
Como una leyenda, así permanecerá en el recuerdo de los que tuvieron el privilegio de abordar esta nave, de adentrarse en el cotorreo que la PARYJAUZ proporcionaba a la comunidad estudiantil de la ciudad de Guanajuato... un poco de lo que muchos recuerdan.
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